Yo no como pezqueñines
Cuadernillo modesto con aspiraciones en el que iremos desgranando lo que preocupa a nuestra cabeza pensante. Incluye algunas recetas de cocina fáciles y sabrosas.
sábado, septiembre 30, 2006
miércoles, septiembre 27, 2006
Un libro: El origen perdido
El primero tenía el sugerente título de El origen perdido, de Matilde Asensi. Con sus seiscientas nueve páginas me imaginaba horas de lectura entretenida y alguna emoción, pero todo se quedó en trescientos sesenta minutos de incredulidad: más parece una historia para jóvenes que una novela para adultos.
Asensi nos introduce (de la mano y explicando conceptos archiconocidos) en un mundo inventado de dinero a raudales, de gente que no tiene otra cosa que hacer en la vida que surcar los océanos en busca de aventuras y ridiculeces de este tipo.
El protagonista, Arnau, es un chaval de veintitantos años que se ha hecho rico creando portales en internet y luego vendiéndolos al mejor postor: toda una utopía. Se ha construido una casa inteligente en el centro de Barcelona y vive por y para sus caprichos (tiene un vagón de metro acondicionado como oficina en los túneles suburbanos de la ciudad condal). Para contarnos esto Matilde nos explica detalladísimamente qué es un hacker. Aquí entiendo yo que esta señora era la que no lo sabía antes de escribir el libro (“cree el ladrón que todos son de su condición”). Bueno, este chico tiene a dos estereotipos de aficionados al PC como compañeros de correrías: un tipo muy gordote y muy “espabilao” (Jabba) y la novia de éste, una chica muy delgada y muy lista (Proxi).
Cuando el hermano del protagonista es llevado al hospital porque habla un idioma desconocido (lo que se llama xenoglosia, pero que aquí no lo dice), nuestro hombre se va a Sudamérica para encontrar la cura y como es riquísimo, pues se lleva a sus amigos, que para eso les paga. Después de mucho batallar y encontrar unos túneles debajo de la ciudad sagrada de Tiwanacu (quiero preguntar retóricamente en este punto: si tan listos y tan adinerados son todos, ¿por qué nadie había previsto el mal de altura?) hallan los restos momificados de varios gigantes (extraterrestres). Con los datos recogidos se van a andar por la selva durante dos meses como si eso fuera un paseo por el parque y los encuentra una tribu que los lleva con los verdaderos yatiri. Éstos, muy amablemente, les indican las palabras que “resucitarán” a Daniel, el hermano de Arnau. Y vuelven todos juntos, sanan al enfermo y el protagonista se va con una profesora universitaria, que abandona a su marido e hijos, a recorrer el mundo en plan “Cazatesoros”.
En contra: casi todo. Me parece un libro con muy poco interés en todos los aspectos, tiene un hilo conductor muy cogido por los pelos, con situaciones tan increíbles que debería estar calificado como de ciencia-ficción.
A favor: se lee muy rápido y muy bien porque parece escrito para niños.
martes, septiembre 26, 2006
Treinta años
Espero seguir su ejemplo y poder tener hijos a los que inculcar el respeto a los demás, a sus formas de vida y a sus ideas. Me gustaría que mis hijos supieran que pueden contar conmigo como yo con mis padres: incondicionalmente, y que las dos personas que más les van a querer en toda su vida vamos a ser su padre y yo. Todo esto es lo que ellos me han enseñado a mí y por eso estoy orgullosa de ellos y de su manera de ser.

A los dos, para los dos, gracias y feliz treinta aniversario. Os deseo, al menos, treinta años más.
jueves, septiembre 21, 2006
Mis padres en el Paraíso



miércoles, septiembre 20, 2006
La invasión de los mejillones tigre
Pero lo mejor de todo es que la noticia estaba reforzada por imágenes en las que se veía gente metiendo la mano entre el fango de la cabecera del Duero para mostrar a nosotros, pobres televidentes sin escrúpulos, cómo los meji-tigres se adherían cual lapas a los ladrillos y restos de escombros del río.
De esta noticia y su tratamiento saco las siguientes conclusiones:
-Que no sabía que en la cabecera del Duero hubiera mejillón autóctono de agua dulce, gracias a T5 y La Primera por hacerme un poquito menos inculta.
-Que qué coño se supone que puedo hacer yo como espectadora ante la apabullante capacidad reproductiva del meji-tigre con respecto al mejillón español de agua dulce.
-Que a ver si va a ser que nos quieren distraer de las guerras, el hambre, la venta de armas a países subdesarrollados, las mafias internacionales, etc con una noticia tan absurda como esta.
-Que si no será esto una forma de hacernos rechazar, más si cabe, a lo “extranjero”.
-Que no sé quién ha traído los meji-tigres de ese sitio en la otra parte del mundo y por qué, y ni siquiera me importa.
-Que no sé si el frágil ecosistema de la cabecera del Duero podrá soportar el cambio entre el meji-tigre y el autóctono, pero tampoco sé qué se supone que hace el mejillón de agua dulce español que no hace el tigre.
-Que ¿no será que los ríos españoles están hechos una mierda por culpa de los vertidos, tóxicos o no, de las fábricas y que aquí nadie paga multas ni leches?
-Que a lo mejor, digo yo, que no lo sé, pero puede que esta noticia sea una mamarrachada y no sea digna de ponerla en el telediario en prime time.
Termino asegurando que las especies naturales de seres vivos merecen todos mis respetos y que la extinción de éstas no hace ningún bien a los ecosistemas a los que pertenecen. Sin embargo, a veces, la propia regulación de un nicho ecológico exige la exclusión de un tipo de ser vivo por otro/s que tiene mejor capacidad de supervivencia.
Lo siento por el mejillón ibérico de agua dulce.
martes, septiembre 19, 2006
Dos años de amor
Su historia es my bonita, fueron amigos nueve años hasta que se dieron cuenta de que lo que sentían era algo más. Desde entonces no han dejado de hacer planes para un futuro en común y están esperando que les entreguen las llaves de su nueva casa para vivir juntos.
Pues eso, Calero, que muchas felicidades, eras un gran tipo antes de salir con Pope, pero se nota que ahora eres más feliz, y nos alegramos mucho porque te lo mereces. Espero que dentro de poco te pueda regalar algo bonito para ponerlo en tu propio pisito.
Por cierto, agradéceme la foto, que has salido muy favorecido y mucho más jóven. ;)
lunes, septiembre 18, 2006
Cien visitas
Agradecer a todos los que se pasan por aquí, aunque sea de refilón y sobre todo a las personas que dejan sus comentarios.
Especialmente gracias a mi padre, que no deja constancia de sus visitas pero me regaña cuando pongo algún taco y a mi maravilloso marido, que comenta muy poco pero me visita mucho.
A todos y para todos:

sábado, septiembre 16, 2006
Estos padres están locos


sábado, septiembre 09, 2006
El mundo de los sueños
lunes, septiembre 04, 2006
Buenos dias, Antonio
Tengo la boca seca, aunque creo que no es por los nervios, sino por el celo excesivo con el que me he cepillado las encías, como hace todo hijo de vecino cuando va a que le miren los dientes, por mucho que lo critiquen los humoristas en los monólogos.
Mi madre me llama, que si antes de ir no me importa parar en la frutería, que no le quedan tomates. No, mamá, no me importa, pero déjame tranquila un ratito en el baño, que si no luego tengo que pedir por favor que me dejen usar el de la clínica dental.
No hace falta que os lo diga, pero ahí va por si acaso: visitad al dentista al menos una vez al año, lavarse los dientes todos los días no es suficiente. Si hubiera seguido este consejo todavía tendría mi premolar como una manzana, pero se picó y no lo ví, lástima, me habría ahorrado un disgusto y 600 €.
viernes, septiembre 01, 2006
¿Pero qué pasa con el gazpacho?

- "La primera vez pensé: se ha equivocado". Es que Mi alter ego lo hizo verde. La culpa era de los tomates. Son importantes los tomates en el gazpachuelo, pero que muy importantes. La solución: llamar a mami para preguntar.
- "La segunda vez no supe qué decir". Es que lo hice yo. Sabía como... no sé a qué compararlo. Como a zumo de tomate insípido, digno de un estudio de doña Pussy Galore.
- "Las demás me daba miedo". Totalmente, ya no me atrevo. A Poch ayer le salió comible. No digo que estuviera malo, pero tampoco sabía a gazpacho.

Nos sabemos la receta de memoria.
Mi madre ya nos mira con mala cara cuando le pedimos ayuda, cree que nos reímos de ella. No sabemos qué pasa con el gazpacho, pero ha dejado de ser mi plato favorito del verano.
Si le ha pasado esto a alguien más, por favor, coméntelo y fundaremos la "primera asociación de humillados por el gazpacho mal hecho".