Yo no como pezqueñines

Cuadernillo modesto con aspiraciones en el que iremos desgranando lo que preocupa a nuestra cabeza pensante. Incluye algunas recetas de cocina fáciles y sabrosas.

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lunes, septiembre 04, 2006

Buenos dias, Antonio

No hay nada mejor que levantarse un lunes después de no haber podido dormir en toda la noche por culpa del calor y tener cita con Antonio, mi dentista. Los retortijones nerviosos me hacen sudar, y eso que sólo me va a tomar un molde para implantarme mi piececita perdida, sniff.

Tengo la boca seca, aunque creo que no es por los nervios, sino por el celo excesivo con el que me he cepillado las encías, como hace todo hijo de vecino cuando va a que le miren los dientes, por mucho que lo critiquen los humoristas en los monólogos.

Mi madre me llama, que si antes de ir no me importa parar en la frutería, que no le quedan tomates. No, mamá, no me importa, pero déjame tranquila un ratito en el baño, que si no luego tengo que pedir por favor que me dejen usar el de la clínica dental.

No hace falta que os lo diga, pero ahí va por si acaso: visitad al dentista al menos una vez al año, lavarse los dientes todos los días no es suficiente. Si hubiera seguido este consejo todavía tendría mi premolar como una manzana, pero se picó y no lo ví, lástima, me habría ahorrado un disgusto y 600 €.

10 Dígamelo:

Blogger Batsi said...

Me acabas de recordar que debo hacer una cita con mi destista :D

Feliz inicio de semana.

1:25 p. m.  
Blogger violetazul said...

Yo al dentista voy contenta, porque el susodicho es todo un modelazo!! así que el disgusto del rato estando ahí con la boca abierta y pasando sudores compensa con verle y escucharle..
La verdad, que un dentista guapo motiva un poco más!
Besos y que te sea leve

1:42 p. m.  
Blogger LaReinadelosMares said...

Por supuesto que motiva. El mío es un señor mayor, pero muy agradable y muy profesional.
Ha sido desagradable cuando su ayudante me ha metido el aspirador en la garganta y cuando me han puesto el molde, pero todo compensa sabiendo que dentro de diez días voy a tener mi premolar como nuevo (aunque postizo).

2:16 p. m.  
Blogger Kaiser y Raistlin said...

A mi me motiva. La visita al dentista, y si se convierte en rutina, es la expresión máxima de la recompensa en el dolor, sufrir para ganar, llorar para reir (y no mostrar las caries)
Es una profesión útil, meticulosa, dónde los resultados del trabajo realizado saltan a la vista de manera espectacular.
Les envidio.

EK, MII, A32

9:39 p. m.  
Blogger Brithuss said...

Mi dentista también se llama Antonio!!! A mi no me da mucho miedo, creo. Aunque tampoco he tenido, hasta ahora, ninguna experiencia traumática. Un beso

L.B.

1:52 a. m.  
Blogger Higronauta said...

Habiendo profesiones dentro de la sanidad mucho más temibles que el dentista, ¿de dónde nos viene tanto pánico?

12:38 p. m.  
Blogger il codino divino said...

Si es que las dos cosas que mas pereza dan en la vida es ir a echar gasolina al coche e ir al dentista....

un abrazo

6:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El mío es mi primo y no me cobra :P

10:02 p. m.  
Blogger LaReinadelosMares said...

El miedo, o el terror en algunos casos, puede venir de ese olor a carne quemada que te asalta algunas veces en ese potro de tortura que llaman sillón.

Ciertamente es una profesión ,uy útil y con resultados espectaculares.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, un saludo.

9:43 a. m.  
Blogger Batsi said...

Yo no entiendo porqué sienten miedo hacía el dentista. Yo no le tengo miedo ni al quirofano. Cada vez que me han operado entro ahí como si fuera al salón de belleza :P

12:17 p. m.  

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