Yo no como pezqueñines

Cuadernillo modesto con aspiraciones en el que iremos desgranando lo que preocupa a nuestra cabeza pensante. Incluye algunas recetas de cocina fáciles y sabrosas.

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Lugar: Toledo, Toledo, Spain

sábado, octubre 28, 2006

Reunión de Propietarios

Ayer por la mañana estuvimos en una reunión de propietarios. Acongojante. De 217 vivendas acudimos aproximadamente 30 personas (entre propietarios y acompañantes).
Entre nosotros no estaba ninguno de mis vecinos, ésos que te atosigan con sus problemas al salir o entrar por la puerta de casa. Ésos que se cagan en la promotora, en la constructora y en la madre que los parió a todos. Ésos que tienen tantos problemas (algunos estúpidos) que están pensando en cambiarse de casa al año de haberles entregado las viviendas. Pobres ilusos, son de Protección Oficial y hasta dentro de 10 años no podemos venderlas.
La escasa asistencia a la reunión significa que no les interesa lo más mínimo solucionar alguno de sus problemas.
Nosotros fuimos porque, entre otras muchas cosas, no tenemos teléfono ni acceso a internet (Gracias, papá, por dejarnos tu línea ADSL). Queríamos información de primera mano. Pero es que siempre pasa lo mismo. Todos son súperlistos y tú te sientes súpertonta. Uno dice: "Hay que llamar a Tlefónica" (sí, oiga, pero es que llamamos día sí y día también). Otro dice: "Rellenad estas solicitudes que las llevo yo personalmente porque trabajo allí". Vale, estamos apuntando datos y otro dice: "no, hombre, no hace falta, si ya está solucionado, sólo hay que esperar unos meses más". Otra dice: "A mi me dijo el técnico que me puso el teléfono por radiofreciencia que teníamos que ponerlo todos así para que a Telefónica le saliera más caro y bla, bla, bla". Total, que el tema principal por el que acudo sigue enfangado y salgo aún más liada que cuando entré.
Y para colmo de males, el vecino tocapelotas amenaza con denunciar a la Comunidad porque cuando llueve le entra arena en su garaje. ¡Venga, hombre! Pero es que cuando el Presidente le plantea la solución al problema otra vecina se queja de que eso va a costar dinero a la Comunidad: ""tápate y déjate medio culo fuera"".
Finalmente nos salimos a las 14:10h para venir a comer a casa de mami, no sin antes explicarle ocho veces a un anciano de 75 años lo que es la democracia. Este buen hombre se negaba a aceptar que su hijo (el propietario) tuviera que pagar X € de comunidad porque le parecía excesivo y no entendía que era una cantidad fijada por mayoría en una Junta anterior. Ha costado sangre, sudor y lágrimas que comprendiera que aunque no quieras pagar eso, si lo hemos decidido entre todos por votación, pues te jodes y lo pagas. Es así de cruel, como la vida misma.

martes, octubre 24, 2006

Lugares que me gustaría visitar y a los que probablemente no vaya nunca

  • Stonehenge
  • Londres
  • Lisboa
  • Sintra
  • Roma
  • Florencia
  • Nápoles
  • Viena
  • Bélgica
  • Languedoc y Provenza
  • México (pero no la Riviera Maya)
  • El canal de Panamá
  • Río de Janeiro
  • Río de la Plata
  • Adelaida
  • Sydney
  • El Cairo
    Y algún sitio más.

    De España:
  • Barcelona
  • Granada
  • Sevilla
  • Burgos
  • Valencia
  • Oviedo
  • Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera
    etc.

sábado, octubre 14, 2006

Un Viejo Que Leía Novelas De Amor

No es el último libro que he leído, pero sí uno muy interesante. Su autor se llama Luis Sepúlveda y se puede encuadrar en el llamado realismo mágico o fantástico de tantos y tan buenos escritores sudamericanos.
Antonio José Bolívar Proaño es un viejo peculiar. Le gusta leer, aunque hasta hace poco no era consciente de saber leer. Lo que más le gustan son las novelas de amor, de esas en las que los protagonistas sufren mucho, aman mucho y, al final, son muy felices.
Lo casaron muy joven, se fue de colono a una tierra impracticable y finalmente, al morir su esposa dejó todo para mezclarse con una tribu selvática (los jícaros, como los llaman los blancos).
Con ellos fue feliz, era como uno de ellos, pero no era uno de ellos. Debido a una venganza mal ejecutada (disparó un arma de fuego, un pecado para los jícaros) le instaron a abandonar el poblado y hubo de volver al pueblo con los colonos.
Pasan los años y Antonio José Bolívar Proaño, que sólo se pone su dentadura postiza para hablar y para comer, vive tranquilo leyendo novelas de amor seleccionadas cuidadosamente por una prostituta de la ciudad con la que trata el dentista que visita el pueblo dos veces al año.
Un día el gran río devuelve varios cadáveres a las orillas del pueblo. El alcalde culpa a las tribus de la selva pero Antonio José Bolívar Proaño sabe quién ha sido. Una hembra de tigrillo a la que los americanos han matado las crías se está cobrando su venganza.
A partir de aquí comenzará una batalla particular entre la tigrilla y Antonio José Bolívar para ver quién conoce mejor a quién, quién sabe más acerca de la selva, quién es más fuerte.
Todo un retrato de las miserias y las grandezas del ser humano.
La conclusión de este libro es interesante. Por un lado demuestra que la sabiduría adquirida durante miles de años por las tribus prehistóricas es mucho mejor recurso para sobrevivir en la selva que las tecnologías "modernas", pero también deja ver que el hombre, por muy astuto que sea, tiene todas las de perder frente a un animal con garras de no ser por las armas de fuego.
Es notable la relación entre el protagonista y la escopeta. El arma que le alejó de los jícaros es el mismo que le salva de la muerte segura al eliminar al animal. Sin embargo Antonio José Bolívar Proaño siente mucho más la pérdida de la tigrilla, al fin y al cabo el americano había matado a su compadre...

miércoles, octubre 11, 2006

Vecinas Invasoras

Esta semana he tenido un encuentro (mejor, un desencuentro) con una cucaracha.
Ya sabía que estos bichos son unos supervivientes natos de todo tipo de catástrofes naturales y/o artificiales, pero es que me ha impresionado muchísimo esta situación en particular:
Hace un par de semanas tuvimos que utilizar un spray anti cucarachas en el sótano del local donde trabajo porque habíamos visto varios insectos de esta especie (Periplaneta americana). Todo quedó en una intoxicación aguda (la de mi jefe) y varias quejas de clientes por el olor "como a pintura" (y yo pensaba "si tú supieras...").
El lunes por la mañana estamos mi compañero y yo charlando de nada en particulas y de repente me dice: "No te muevas que la tienes detrás". Yo me doy la vuelta sin hacerle caso, evidentemente, y aparece ante mis ojos una cuca. Debo decir en su defensa que no era de las más grandes que yo he visto, pero a mi me impresionan todas. Lanzo un gritito ridículo y me quedo estupefacta al comprobar cómo la Periplaneta americana pega un saltito y corre en sentido contrario a mi. Esto parece una chorrada según lo cuento, y lo es, pero me pareció muy curioso comprobar que estos bichos son capaces, no ya de detectar un sonido, sino de distinguir de donde viene y saber que significa una amenaza para ellos. De hecho, terminó espachurrada bajo la zapatilla de mi compi. No es ninguna tontería. Me he criado en el campo y sé que los escarabajo, por ejemplo, no se inmutan por oirte gritar ni nada parecido, pero las cucarachas sí, y me imagino que ése es uno de sus puntos fuertes para haber mantenido la especie casi sin cambios en el último millón de años.
Huelga decir (me encantan estas palabras) que a mi jefe casi le da un infarto al enterarse de que las vecinas han conseguido salir del sótano pese a los litros y litros de insecticida/biocida gastados.
Pues esta tontería me ha ocupado las horas que habitualmente dedico a pensar en la lista de la compra semanal, ya ves tú qué cosa más absurda.

viernes, octubre 06, 2006

Cara de Ternero Mirando al Tren

Así es. Exactamente esta es la expresión que me regala la señora que me despacha el pan diariamente.


Como no creo que sea por mi manicura perfecta ni por mi maquillaje maravillosamente bien aplicado, debe ser por llevar mi propia bolsa (de tela). ¿Es eso tan extraño?
Tengo varias razones para hacerlo:
  • Compro el pan a las nueve a.m. y la barra está toda la mañana rodando por la farmacia. No tengo ninguna gana de comer pan con sabor a Clamoxyl.
  • No soy una histérica del reciclado, pero me parece de lo más lógico no gastar un trozo de 30x35 cm de papel cada día si puedo evitarlo.
  • Me gusta mi bolsa de tela para el pan.

Lo peor de todo es que las cajeras del Caprabo me miran igual cuando digo que no quiero bolsa de plástico y saco alguna de las que me regaló mi amiga Lexi. Son muy bonitas, de tela beige y con motivos varios (que son alemanas porque aquí no las encuentro). Me parece que en España aún no estamos acostumbrados a eso de ser responsables con el Medio Ambiente.

En mi trabajo intento envasar los productos en bolsas de tamaño adecuado, las grandes las reservo para cajas que no caben en las medianas, pero la gente quiere bolsa grande ande o no ande; si le envuelves un medicamento en un papel te pide una bolsa, y si le quitas el papel para aprovecharlo te mira raro y piensa: "Será rata". Pero no, señora, no soy rata, es que me revienta ver cómo la Selva del Amazonas se está quedando del tamaño del Parque del Buen Retiro.

jueves, octubre 05, 2006

Camiones y Camioneros

Todos los días al salir de casa para ir a trabajar me está esperando un atasco monumental. Antes no hacía otra cosa más que escuchar la radio y esperar, pero estos días he descubierto otra forma de pasar el rato que me entretiene mucho más: leer los nombres de los camiones que circulan en sentido contrario.
Me hacen muchísima gracia. Popularmente se asocia al gremio de los transportistas con gente ruda, con los cojones muy bien puestos y poco dados a la ternura, o por lo menos esa era mi percepción hasta hace poco.
Nombres como: "mis tres ángeles", "vanesa, pepito y lola" o "mis amores" rivalizan con "el cuchi", "el colorín" o "tribunita" en el frontal de los camiones.
Me parece que hay gente muy romántica transportando mercancías por las carreteras españolas y no he querido dejar de reconocerlo en mi blog. Si aún quedan personas que bautizan a sus vehículos con los nombres de sus hijos, entonces no todo está perdido.

martes, octubre 03, 2006

La Inmigración es un Problema...

...sobre todo para los inmigrantes. Lo cierto es que decimos muchas cosas, en ocasiones desagradables, sobre la situación de los inmigrantes en España, pero la mayoría de las veces no nos damos cuenta de que somos injustos y sólo vemos una parte del problema.
Los inmigrantes ven la otra cara de la moneda. Hasta ayer no me había parado a pensar en la terrible situación de madres separadas de sus hijos por motivos laborales. Una conocida me habló llorando de cómo se le plantea el futuro al haberle denegado los visados para sus tres hijos y su marido y yo también acabé llorando.
Necesitamos empatizar con las personas de nuestro entorno, sobre todo con aquellas muy diferentes a nosotros, o quizá no tan diferentes, pero con situaciones dramáticas.
¿Qué podemos hacer? A veces podemos ayudar a esa persona sólo con escuchar sus penas, haciéndole saber que no está tan sola como piensa.
Ojalá tus problemas se solucionen.